Licencia commons

Licencia de Creative Commons
Fortificacions i trinxeres del País Valencià by José V. Durbán Aparisi is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.

viernes, octubre 01, 2010

EL POLVORÍN DE LLÍRIA Y EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL.

En la ciudad y el término municipal de Lliria (Valencia) existe una gran cantidad de restos arqueológicos relacionados con el conflicto civil en nuestras tierras entre 1936 y 1939. Un patrimonio, que en el caso de Llíria, viene a completar su rico patrimonio arqueológico desde al antigua Edeta. La incorporación del patrimonio reciente de la guerra civil vendría a completar todos los estratos históricos hasta el siglo XX. Sería una manera de enfocar la evolución histórica de la ciudad y su términio de una forma completa, una perspectiva que permite, en un rádio pequeño, realizar circuitos de caracter social y didáctico dirigidos al público estudiantil y al público en general. Una perspectiva didactica para el uso público de la história con el suficiente  rigor académico a la vez  que distanciamiento de los hechos. Una forma de incluir los restos de la guerra civil como un hecho normalizado y coherente, sin olvidos, de nuestra historia, desde la máas antigua a la más reciente.


Pero para ello hay que poner en valor unpatrimonio que sigue olvidado y en peligro de desaparación. Las recientes obras de la autovía, la ampliación de polígonos han dejado aislados algunos elementos y pueden hacer desaparecer otros. Sin embargo, están ahí y seguimos trabajando para poder darles el uso que se merecen.
Entre los restos materiales existentes podemos mencionar el aeródromo, las defensas del mismo, refugios, túneles y trincheras, varios nidos de ametralladoras situados en lugares estratégicos para la defensa de la ciudad y del propio aeródromo, así como un interesante polvorín que se recuerda como refugio de la ciudad.

No estaría de más que nos pusiéramos a la labor de tomar iniciativas locales para la recuperación de este patrimonio que tanto interés comienza a tener para los especialistas y el público en general.

Entre las líneas de actuación la primera ponerse en contacto con la administración autonómica para demandarle los criterios y orientaciones necesarios para actuar en la catalogación y puesta en valor de estos elementos, de tal manera que este tipo de iniciativas no sean sólo producto del voluntarismo local.

Hemos comprobado algunas actuaciones problemáticas desde el punto de vista de la conservación y puesta en valor. Por ejemplo, se han llevado a cabo intervenciones precipitadas por algún ayuntamiento, sin la previa exploración arqueológica y levantamiento de planos, se señaliza o establecen circuitos de visita de elementos sin los protocolos necesarios que puedan proteger de manera fehaciente elementos como las trincheras que se encuentran en estado precario y amenazados de derrumbe. Se interviene para promoción cultural de manera descoordinada con el conjunto de elementos pertenecientes a la misma línea. Se ha señalizado o dado información sobre elementos que en ocasiones contienen errores. Se ha reconstruido elementos sin considerar unas mínimas normas de restauración que permitan diferenciar debidamente el original de la intervención restauradora. Se han llevado a cabo limpiezas que dejan la huella de la pala en los muros de los elementos supuestamente protegidos. Incluso en ocasiones, se han utilizado detectores de metales a las bravas lo que sería motivo de sanción. Como consecuencia de estas actuaciones se pone en peligro y deteriora este patrimonio, aunque detrás de todo ello esté la mejor de todas las intenciones.

En consecuencia es urgente que se establezcan actuaciones asesoradas y suficientemente protocolorizadas por quien tiene competencia en ello. No está demás que se demande de la administración competente el asesoramiento y la intervención, que intervengan equipos multidisciplinares (arqueólogos, historiadores, informáticos, expertos…) que puedan abordar la complejidad de este patrimonio desde una perspectiva renovadora, atendiendo al patrimonio material y a las raíces del conflicto.