viernes, julio 02, 2010

Tradición y modernidad, preservar el patrimonio material de la guerra civil española.

Durante el mes de julio de 1938 se desarrolló la batalla por la toma de Valencia. Ambos contendientes, leales a la II República española y rebeldes, derivaban su contienda sobre las tierras valencianas. Ambos frentes estuvieron en lucha durante unos meses de dura batalla, despues los frentes se estabilizaron. Hoy quedan abundantes restos materiales de la contienda sobre nuestro territorio. Restos materiales del bando llamado nacional y del bando republicano separados por apenas unos kilómetros. En la foto aparecen algunos de los restos de los observatorios nacionales sobre la zona de Viver, restos importantes por su abundancia y significado, por su valor testimonial.


Igual que es compatible la sostenibilidad del sistema energético y la modernidad con el patrimonio material de nuestra guerra más cercana. Una modernidad compleja porque avanza elementos de futuro y elementos del pasado y trata de crear una identidad que nos permita reconocernos en el presente. Igual que son compatibles ambos restos, pasivos y activos, sobre un mismo territorio hemos de hacer un esfuerzo por recuperar para las generaciones futuras esos testimonios del pasado porque son necesarios para el futuro.
No sería una mala idea que las compañias que explotan con las energías nuestro territorio hicieran una contribución a la preservación del mismo, tanto en lo cultural como en lo ambiental.

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