Aunque lo hemos repetido reiteradamente la conservación del património es una tarea inexcusable en el presente para garantizar la cultura colectiva de nuestro pueblo en el futuro.
En las fotografias que tomamos en el 2008 y en el 2010 en el Mas d'Elies en la zona de Bétera se observa una diferencia notable. Lo que era una entrada a un refugio antiaéreo ha sido tapiado de la manera más burda. No existe documentación que conozcamos sobre este hecho.
Claro está que cuando no existe ningún tipo de protección sobre el patrimonio cualquiera puede actuar sobre su libre iniciativa. No decimos que la intención del propietario o de quien haya realizado el tabicado del refugio haya sido buena. Probablemente se intenta con ello que nadie acceda o que no se llene de porqueria, pero, repetimos el tapiado no puede ser más burdo.
O la administración toma cartas en el asunto o nuestro patrimonio se regirá por "la ley de la selva" que no parece la mejor para un Estado que pretenda ser la garantia para los ciudadanos de que todos sus bienes y todo su patrimonio está a salvo.
Se podrá discutir si este patrimonio es salvable, si tienen mayor o menor interés, pero señores, este es le patrimonio que nos queda, y sólo por eso tiene todo el valor.
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