Según el diario Levante del 22 de febrero pasado Llíria ha inventariado y limpiado sus trincheras y fortificaciones defensivas. Efectivamente Lliria tiene una importante red de fortificaciones a las que en este bloc hemos ido dando cabida. Entre otras el pla de les avenes, las fortificaciones defensivas del aeródromo republicano los apoyos en los barrancos que van a desembocar en el Turia. Posiblemente, uno de los elementos mas interesantes sea el polvorín, cuya construcción esta por determinar, pero que supone un espacio interesante desde el punto de vista de la arqueología de guerra, muy cercano al polvorín de Carasoles, sin duda posterior.
Imagen del polvorín de Llíria en 2010.
No cabe sino felicitar a este tipo de iniciativas que son un primer paso para la conservación del patrimonio y su integración normalizada dentro de la rica red que el propio patrimonio de Lliria tiene. La fortificación de la ciudad, propuesta por Julio Just, no deja de ser otro elemento interesante en lo histórico, aunque quizá toda la red defensiva se corresponda más con la protección del aeródromo, como hemos venido señalando.
También el Centro de Estudios Locales de la Pobla de Vallbona ha animado al consistorio a proteger sus trincheras. Otro ejemplo de despertar de la conciencia ciudadana sobre el patrimonio y sobre los significados que este nos puede transmitir.
La semana próxima presentamos libros en Ribarroja, esperemos que el acto sirva también para incorporar a este municipio a la red de pueblos que respetan y protegen su patrimonio como bienes de interés social, educativo, turístico y cultural.
Imagen del polvorín de Llíria en 2010.
No cabe sino felicitar a este tipo de iniciativas que son un primer paso para la conservación del patrimonio y su integración normalizada dentro de la rica red que el propio patrimonio de Lliria tiene. La fortificación de la ciudad, propuesta por Julio Just, no deja de ser otro elemento interesante en lo histórico, aunque quizá toda la red defensiva se corresponda más con la protección del aeródromo, como hemos venido señalando.
También el Centro de Estudios Locales de la Pobla de Vallbona ha animado al consistorio a proteger sus trincheras. Otro ejemplo de despertar de la conciencia ciudadana sobre el patrimonio y sobre los significados que este nos puede transmitir.
La semana próxima presentamos libros en Ribarroja, esperemos que el acto sirva también para incorporar a este municipio a la red de pueblos que respetan y protegen su patrimonio como bienes de interés social, educativo, turístico y cultural.
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