Las fortificaciones de la Línea Puig- Los Carasoles en las cercanías de la ciudad de Valencia contienen una gran cantidad de elementos defensivos a catalogar y conservar para que en un futuro puedan ser visitadas y una muestra de los restos materiales de la Guerra Civil en nuestra comunidad.
Dentro de las barreras fortificadas que se construyeron alrededor de la Defensa de Valencia, existieron también posiciones artilleras, estas son uno de los vestigios más interesantes que nos quedan y una auténtica joya de la arquitectura militar de campaña valenciana de la Guerra Civil.
Una posición de estas características contiene un conjunto de instalaciones que comprenden baterías, instalaciones para las municiones, para la observación, para el personal, para el mando...
Cerca de los bosques próximos a la ciudad se encuentran en buen estado algunas de estas posiciones que hoy no es posible visitar, por su estado de abandono y la dificultad de su acceso.
La construcción sólida y formada por asientos artilleros de base trapezoidal, estaban organizadas en el conjunto de la fortificación junto con los restos de las trincheras, los caminos de comunicación y de acceso para el transporte de los cañones.