LAS FORTIFICACIONES DE SAN ANTONIO DE BENAGEBER EN UN IMPASSE.

San Antonio de Benagéber se encuentra enclavado en las proximidades de Valencia por un artilugio de las decisiones franquistas. Lo que era un pueblo de ribera, al lado del Turia se vio convertido en el territorio pantanal por birli birloque del régimen. En su afán de construir pantanos y dar empleo a los presos republicanos se construyó el embalse de Benagéber (llamado entonces para mayor gloria del régimen, del Caudillo). Así que el pueblo se trasladó en medio de la huerta Valenciana en la localidad de Paterna o entre Paterna y la Pobla de Vallbona. Con el paso de los años, y siendo que la construcción se convirtió en un excelente negocio, San Antonio reivindicó y consiguió, ahora si, la independencia de Paterna. Aquí se marcó un antes y un después del desarrollo urbanístico acelerado y el negocio del ladrillo. Pero miren ustedes que en medio de todo ese acelerón de cemento quedaron enterradas algunos de los conjuntos defensivos mejor estructurados y cercanos a Valencia de lo que fue linea defensiva. Un conjunto que, con la edificación urbanística fue desapareciendo sepultado por la maquinaria. Todo ello se produjo en los 80 y 90 del siglo pasado y ha seguido su curso. El último reducto en el término de las fortificaciones, un conjunto de trincheras bien documentadas sobre las que existe algún artículo en la revista de arqueología La Linde, se convirtió en lugar de pergrinación de ecologistas y defensores del patrimonio. Pasado el tiempo todo aquel conjunto fue desenterrado para acometer algún tipo de urbanización. En la última visita que hemos realizado, tras las lluvias de este mes de abril, nos hemos encontrado un conjunto que sigue amenazado por la intemperie, el derribo sin miramiento y el deterioro. Cuando ya no quede nada que salvar, entonces se construirá sobre él y fin de la historia. Ya verán que pasa cuando el cambio de gobierno autonómico, que será cosa de tiempo, permita seguir avanzando sin problemas sobre estos vestigios. ¿Apostamos? Nosotros, algunos de nosotros, seguimos pensando que la solución mejor era volver al origen de todo esto. Las fortificaciones se encuentran a solo unos metros del Parque Natural del Turia. Pues eso, volvamos al tema, considerese como el resto de Paterna y la Vallesa, Parque natural. Búsquese una solución para el propietario, es deber municipal preservar el patrimonio y hay fórmulas si se tiene voluntad, ¿un intercambio de terrenos? Aún estamos a tiempo, mañana será tarde.