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Fortificacions i trinxeres del País Valencià by José V. Durbán Aparisi is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License.

jueves, febrero 20, 2020

EL INVENTARIO DE LA GUERRA CIVIL.



Una imagen captada en 2006 y publicada en 2008. Foto: José Durbán.
Antes del incendio de este sector de la Vallesa. Nido de ametralladoras, en Ribarroja de Turia.
Una de las imágenes más emblemáticas de la Línea de defensa Inmediata a Valencia.


Con este título el 30 de marzo de 2008, el diario Levante EMV publicaba un artículo firmado por Alfons García que hacía alusión a un proyecto europeo que se desarrolló en aquel año y en el que se presentaron una gran cantidad de aportaciones sobre los restos materiales de la Guerra Civil (1936-1939) en nuestro territorio valenciano.
El proyecto fue una iniciativa del CVC y de la Federació Valenciana de Municipis i Provincies. Detrás de aquel proyecto ambas instituciones desarrollaron una interesante propuesta que permitió aflorar los estudios y los grupos que en aquel momento tomaban iniciativas y desarrollaban trabajos sobre la recuperación y puesta en valor de este patrimonio.
Un proyecto como aquel no podía avanzar sin el apoyo de personas concretas que se comprometieron con la promoción de este patrimonio olvidado, por no nombrar a nadie no diré nombres, pero cualquiera puede investigar sobre el asunto y saber quienes eran y estaban y quienes vinieron después, en el inicio de esta ya larga historia, hablo de personas y de entidades y asociaciones ciudadanas y ecologistas además de las dos instituciones nombradas.
No queremos destacar a nadie, pero sí hubo muchas voces y muchos aportes que permitieron que saliera  por primera vez una reivindicación y una llamada, permitiendo la toma de conciencia sobre el tema y la incorporación de nuevas personas y fuerzas sociales, de la memoria etc.
No eran tiempos fáciles. Desde el punto de vista político no soplaban vientos favorables a la recuperación de aquel patrimonio, aunque algunos sectores, forzados o no , lo promovieron. No eran tiempos fáciles. Hoy hemos avanzado bastante y sin duda es más probable obtener subvenciones y apoyos municipales, entonces nos batimos cada día por obtener la recuperación de los restos, en su mayoría abandonados.
No teníamos sobre la línea Puig Los Carasoles nada investigado,  nada escrito, nada publicado, salvo un pequeño texto de apenas 10 líneas en el ya célebre libro de Martínez Bande , la ofensiva sobre Valencia.
Era precisamente esta vaciedad, académica, la que necesitaba la que creaba curiosidad y demandaba de trabajos que permitieran poner a la Línea de Defensa Inmediata a Valencia en su contexto, darle la importancia o no que tuviera, por haber sido la defensa más cercana a Valencia, el núcleo más importante de la movilización políticas y sindical de la vanguardia de la ciudad en 1938 que permanecía entonces oculta, desconocida, ignorada, ninguneada.Pero esta labor no vino sola, hubo que ir a Ávila (AGMAV), visitar continuamente la hemeroteca valenciana, el Archivo Municipal de Paterna, el de la Diputación de Valencia, etc. muchos años y mucho esfuerzo en solitario, que compaginado con trabajo de campo iban dando su fruto. Esto se sabe y esto trajo su producto en forma de publicaciones, artículos, conferencias que sirvieron para divulgar, pero ojo, y esto es importante, la divulgación del conocimiento no vienen solos, ni caen del cielo, sino de una investigación previa, constante y con mucho trabajo. En dos años de 2006 a 2008 habíamos armado la estructura básica que nos permitía afirmar que eran aquellos restos, situarlos en un contexto histórico y darles un nombre.
El periódico en relación a la línea Puig Los Carasoles venía a decir:
 "Además de los refugios antiaéreos que se diseminaban por toda la ciudad -hasta 258 según el estudio del arquitecto Francisco Taberner, el Gobierno emprendió la construcción de una línea defensiva inmediata de más de 25 km que iba desde El Puig hasta la zona de los Carasoles (en Manises). Tanto los refugios documentados como los restos de esta "línea de hierro" a unos 11 km de la ciudad -distancia para que quedara fuera del alcance de la artillería enemiga- forman parte del inventario promovido por el CVC y la FVMP"
Todo aquel catálogo quedó registrado en la Dirección General de Patrimonio y presentado a la Federación como material, además de una extensa investigación sobre la línea, su nombre, sus asentamientos, etc. que fueron publicados en diversas revistas de carácter especializado como Castillos de España.
El diario continuaba diciendo: "Uno de los objetivos del proyecto es la puesta en valor de los vestigios arquitectónicos de la guerra civil y el impulso para su protección legal por la Administración autonómica. Este fin cobra especial relevancia en el caso del eje El Puig-Los Carasoles, dado el buen estado de conservación de buena parte de estas estructuras (túneles, observatorios, trincheras, puestos de tiro, polvorines, plataformas antiaéreas, etc.) , construida a partir de 1938 por los batallones de fortificación y que no fueron al final lugar de batalla. El historiador José Durbán Aparisi considera que la posibilidad de que hubiese sido la última posición de resistencia habría dependido en el último momento de la voluntad de sus defensores, tal como sucedió en Madrid. "
Pues bien, el hecho de que el periódico dedicara en 2008 estos comentarios alrededor del encuentro internacional que estaba sucediendo revelaba la importancia que dentro del conjunto de elementos relacionados como la XYZ y otras líneas que habían sido estudiadas parcialmente, adquiere la Línea Puig Los Carasoles.
El haber puesto en relevancia esta cuestión ya en el lejano 2006, había dado su fruto en 2008 y por primera vez, aparecía en público y en un lugar relevante esta línea casi desconocida cargada ya de toda su unidad morfológica, interpretativa y contextual.
Con el paso del tiempo vemos la importancia que tuvo y que sigue teniendo haber apostado por esta línea en toda su dimensión y haberla rescatado del olvido dándole por primera vez una entidad de conjunto.
Sin duda, la cercanía a la ciudad de Valencia, la buena conservación de sus restos, la gran cantidad de elementos agrupados en conjuntos bien documentados y precisos facilitaban el que pudiésemos estar hablando de un elemento de hondo calado para promover su recuperación.
Hoy pasados los años hacemos balance. Mucho se ha avanzado. Pero es precisamente ahora cuando cabe apostar de manera unitaria y sólida a dar un empuje definitivo a su conservación y musealización. Que así sea y ustedes lo vean.
El autor de este artículo defendiendo en les Corts Valencianes el patrimoni Valencià de la Guerra Civil.





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