Villar del Arzobispo celebrará el próximo 27 de septiembre las VIII Jornadas sobre Guerra Civil y Memoria Democrática en el Salón de Plenos del Ayuntamiento .
La localidad de la comarca de la Serranía valenciana organiza el evento con la colaboración de: Villar Memòria Democrática, Diputació de València (Delegació de Memòria Democràtica) y el Ayuntamiento de Villar. Las actividades contarán con la participación de especialistas en arqueología, historia y sociología que trabajan en las distintas áreas de memoria transicional. Temas asociados a las exhumaciones de víctimas, como sobre la perspectiva de género o la arqueología de los trabajos forzados en el pantano de Benagéber. Lo que se complementará con una visita guiada a Villar de la Libertad y otras actividades: exposiciones de pintura de Mujeres Artistas Rurales. La programación de las jornadas cuenta con temas de sumo interés, os animamos a participar.
La recuperación de la memoria y la historia puede contribuir a cerrar heridas del pasado, a normalizar entre la ciudadanía aquello que fue el franquismo y sus consecuencias, desde un diálogo respetuoso y basado en evidencias científicas.
Construir una ciudadanía democrática es una tarea hoy necesaria que pasa por revisar nuestro pasado sobre la base de una construcción histórica critica, capaz de desterrar viejos mitos, a la vez que impedir la proliferación de bulos, y relatos que no coinciden con investigaciones serias realizadas en archivos y campos donde ocurrieron los hechos.
El patrimonio y sus vestigios, como es el caso del pantano de Benagéber, pueden ilustrar de forma evidente como, tras la Guerra Civil, se siguió aplicando la represión y los trabajos forzados sobre los vencidos, alargando el final de la Guerra Civil más allá de 1939.
La historia del Pantano de Benagéber (conocido como del "Generalísimo") era una historia que, aunque conocida, nunca se contó abiertamente por miedo a la represión. La memoria franquista, a la inversa de otros pueblos de Europa, tras la Segunda Guerra Mundial, siguió camuflando la represión y la violencia continuada sobre una gran parte de la población española "los perdedores del exilio interior", y se incorporó, blanqueando su pasado fascista, en el marco de la guerra fría, adaptó su anticomunismo a los nuevos intereses occidentales; pero nunca hizo una autocrítica sobre su pasado, ni pidió perdón por los delitos cometidos, como hicieron otros . Muy al contrario, por todos los medios posibles, el franquismo y sus dirigentes mantuvieron la memoria de los vencedores y la camuflaron de "reconciliación". De ahí, la necesidad de hablar, restituir, dialogar y construir una memoria compartida, sobre la base de una historia compartida.
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